viernes, 21 de noviembre de 2014

"Una Carta Equivocada"


España, 17 de Octubre 1987
Querida Maguie :
Me acuerdo cuando nos conocimos ese día que viniste a mi pueblo y nos hicimos amigas. Me diste tu dirección y me dijiste que, si alguna vez necesitaba tu ayuda, te escribiera una carta. Y aquí estoy.
Ya perdí la cuenta de las veces que leí este libro, sé de memoria cada palabra, cada párrafo, cada diálogo, sé todo. Necesito otro libro. Si no,  me voy a morir de aburrimiento. Odio estar encerrada, pero mi hermano y mi madre siempre se están peleando, siempre por lo mismo: el dinero. Es horrible querer ir al comedor y que estén quejándose de la economía del país o de nuestra pobreza, siempre me pongo triste cuando los escucho. Aunque la verdad es que mucho no me importa. Yo soy feliz y tengo todo lo que necesito: una familia, una casa y lo más importante: el amor de mi vida, Tomás.
Teruel, como ya sabes, es un pueblo muy pequeño, uno de los más pequeños de España, y es una de las aldeas menos habitadas y pobres de la zona, pero a mí me parece un lindo lugar, será porque no conozco otros.
Vivo a dos cuadras de la casa de Tomás, mi novio, que tiene veintidós años. Es alto, con pelo castaño y ojos verdes. Tomás vive con su madre, su padre y sus tres hermanos.
Él tiene menos tiempo para disfrutar que yo, ya que su familia es más grande y todos tienen que alimentarse. Son tiempos difíciles, cada vez que tenemos alguna buena cosecha, es motivo de festejo.
Pero un día llegó el momento de separarnos: La semana pasada me contó que se tenía que ir al campo porque, según su padre, les iría mejor allí, me dijo que era por unos meses. Sentí cómo se me iba el alma del cuerpo. Es muy devastador, ya que no hay dia que no pasemos juntos. Con él puedo desahogarme, reírme, llorar...
En ese momento, recordé aquel día en el que estábamos en la Plaza Carlos Castel compartiendo un helado de Kalise, de vainilla y frutilla. Ese lugar me recuerda a nuestra infancia... Estábamos de la mano, hablando y Tomás contaba chistes ya que lo que más le gustaba a él era hacerme reír. Mientras esperábamos el atardecer, le canté y le dediqué las últimas canciones de amor.
Cuando él me contó la noticia, no tuve mejor idea que arrancar mi hoja favorita de mi único libro.  Esta hoja era muy importante para mí. En ella hay un poema que me hace sentir feliz al leerlo. Describe una tarde hermosa de la pareja de este libro:
“En la esquina de mi casa
yo te veo llegar
con un ramo de rosas
a la par de la paz,
seguimos caminando muy lejos, muy lejos
cuando estoy contigo tiemblo sin parar.

eres mi amor
y siempre te amaré.”
Nos escribíamos mucho, pero hace tiempo que no tengo noticias de él. No me escribe y no sé qué pensar… Maguie, ¿tú qué crees que habrá pasado?
Antes de ayer partió en un tren hacia su destino y desde entonces estoy ansiosa esperando su carta, pero no llegó nada. Estos últimos días no hice nada más que esperar.
Una mañana, mi mamá entró a mi cuarto y me entregó una carta. Abrí mis ojos sorprendida. Su nombre estaba en el sobre, después de tanto tiempo había recibido algo de él. Torpe y rápidamente abrí  la carta y leí su contenido. ¡No lo podía creer!
Querida Paz:
                                   Lamento decirte que estoy muy enfermo y no sé si podré sobrevivir a mi enfermedad. También te pido perdón por lo corta que es esta carta, pero últimamente no tengo mucho tiempo, sólo recuerda que siempre te amaré, por favor...
                                                                                                                                 Tomás.”

No lo podía creer. Se me cayó la carta al piso y fui corriendo a contarle a mi madre lo que había sucedido: —¡Madre!
—¿Qué sucede, hija?
—Lee esto, por favor...
Mi madre leyó la carta.
—No lo puedo creer, hija. —dijo. Y me abrazó.
—Yo tampoco, jamás podría creer algo así.

            Pasó una semana y no recibí más noticias de nada, seguía leyendo una y otra vez esa carta, sin todavía creer que fuera cierto.
     Esa mañana me desperté muy deprimida. Se Me vino vinieron a la mente los recuerdos de cuando me visitabas y traías helado para compartir, eso me alegró un poco. Me di un baño rápido y volví a leer la carta .
 Al terminar de leerla, me fui a caminar por la plaza en la que siempre salíamos a caminar y alejarnos de todo. Ése era, es y será nuestro lugar favorito.
Cuando regresé a mi casa, tomé una ducha y me acosté en la cama a pensar.
Unas horas después, escuché que alguien tocaba a la puerta, y como no había nadie en la casa, supuse que iba a ser mi mamá, pero para sorpresa mía era...
-¡Hola, Paz, te extrañé mucho!- dijo Tomás abrazándome fuerte.
-¡Tomás! ¡Qué sorpresa que estés aquí! Creí que estabas muy enfermo.
-Pero, ¿por qué pensaste eso?
-Pero si me llegó una carta de…      
-¿Cómo? Si en estas semanas no pude haberte mandado ninguna carta debido a que la oficina de correos más cercana estaba cerrada.
-Entonces… ¿De quién era la carta?
Lo hice pasar a mi casa para que la viera.
No puedo explicar por qué, pero se me ocurrió leer la dirección. En cuanto la vi, un alivio recorrió todo mi cuerpo, pero también me sentí un poco tonta. No había sido Tomás Gallegos el que había mandado la carta, sino un tal “Thomas Gallegos”. Y no solo eso, por la precipitación que tuve por saber noticias de él, no me habia dado cuenta de que... ¡esa no era su letra!
            Me fui a dormir sintiéndome muy feliz, ya que sabía que Tomás estaba en perfectas condiciones y ya estaba en casa.
 Esta es la mejor aventura que tuve con Tomás. Gracias a esto me di cuenta de lo mucho que lo amaba.
Espero volver a contarte otra historia sobre nosotros. Y aunque nadie te pueda ver, siempre contaré contigo.

Con amor,

Paz





El trabajo consistió en escribir un cuento realista (en grupo) basado en "La Lectora" de Isabel Guerra. Me gustó un poco la idea de hacerlo a través de la web pero me hubiera gustado juntarme con mis compañeros. Yo considero que participé lo suficiente, para llegar a los acuerdos hicimos un grupo privado donde proponíamos nuestras ideas, en el cuento hay ideas de la mayoría porque hubo algunos que no propusieron nada, pero fuimos solidarios y tratamos de agregar todas las ideas. Me gustó el resultado.
Hubo algunos problemas porque no hubo suficiente participación de parte de algunos compañeros, Olivia y yo les insistimos en que participen porque si no iban a tener mala nota. Después participaron, aparte de eso no hubo problemas.
Aprendí que escribir una anécdota no es lo mismo que un cuento, la anécdota es algo que pasó, una secuencia de hechos, y se cuenta tal como sucedió, pero el cuento hay que crearlo, usar un vocabulario muy amplio. Para mí, igualmente, no se me hace muy difícil. No es lo mismo usar muchos personajes que pocos, si usas muchos personajes en el cuento tenes que estar pendiente que aparezcan en algún momento, no pueden desaparecer. También, las descripciones e investigaciones son muy importantes en un cuento realista, le dan una característica de algo real y el lector se da una imagen y se siente identificado con eso.
Supongo que hice bien en participa y aceptar las ideas de los demás como hicieron con las mías y para mejorar podría haber participado un poco más.
Para no caer en los mismos errores, tengo que participar y si los demás no quieren mala suerte, no preocuparme tanto si no quieren participar.

martes, 4 de noviembre de 2014

Poema.

En una tarde húmeda, el rocío bajaba por las hojas,
el crepúsculo era una lluvia de colores es admirada por el cielo,
el aroma de los pastos mojados lo acompañaba
escribiendo con lo mejor de sí, ahí estaba Nelo

viernes, 17 de octubre de 2014

Explotó el dolar.

                                                                                                                               3 de Octubre de 2014

      Ayer, un papelero estaba imprimiendo una camada de mil billetes de dolar. Todo era tranquilo hasta que el señor escuchó ruidos y nos contó que la máquina que estaba imprimiendo los billetes explotó, los billetes también explotaron. Ahora sí podemos decir que el dolar explotó, literalmente.
    La policía está investigando y creen que se trata de un sabotaje, esperamos que encuentren al culpable.
    En estos momentos, el señor se encuentra desempleado porque los dueños se enojaron mucho y lo echaron.

lunes, 28 de abril de 2014

Triste.

     Luego de un largo viaje a mi pueblo de origen donde pasé toda mi infancia, me sorprendí bastante, pues estaba todo destrozado, solitario, motivo por el cual me sentí un poco triste. Me pregunté que habría pasado.
     Me dirigí al centro del pueblo para preguntarle a alguien qué había pasado. Luego de unas horas, que parecieron infinitas, deambulando por todo el pueblo, encontré a una señora que a simple vista parecía bastante grande, de unos setenta años. Me acerqué y le pregunté si sabía qué había pasado con el pueblo. Éste solía ser tranquilo, con los niños corriendo de acá para allá, las señoras comentando entre sí los rumores que había por ahí, y demás. Luego de mirarme con un poco de asombro (supongo que era raro que alguien, aparte de ella, estuviera en el pueblo), me respondió:
  -Siéntate-me ordenó-, siéntate y te contaré.
Entonces, me senté en una silla que estaba a su lado.
  -Una señora empezó todo este rumor diciendo que algo malo iba a pasar y, como en todo pueblo pequeño, el rumor se fue esparciendo. Después, todos se empezaron a preocupar hasta el punto de que se fueron, solo quedamos mi familia y yo. Pronto nos iremos, triste pero cierto.
     Le agradecí a la señora y me despedí, empecé mi rumbo al coche que había alquilado para ir al aeropuerto. En el trayecto estuve pensando en lo que se fue convirtiendo la gente, creyendo cualquier cosa que escuchan o leen y huyendo del problema sin siquiera pensar una solución para resolverlo. Triste pero cierto.

                                                                                                             Magalí Santágata.

miércoles, 26 de marzo de 2014

¿Quien Soy?

           
            Me llamo Magalí Santágata, tengo 11 años, nací el 31 de Marzo de 2002. Soy creativa, hiperactiva, ansiosa. Mi familia se basa en mi mamá, papá, mi hermano y mis dos hermanas. También tengo muchos primos y tíos.
           Me gusta escuchar música, pasar tiempo con mis amigas, dibujar, estar en la computadora. Otra cosas que me gusta hacer es mirar la televisión y películas, hablar y chatear con mis amigos, leer revistas de moda, etc.

    Me encanta leer, es una de mis cosas favoritas. Tengo mi propia colección de libros, los que leí cuando era más chiquita y los que estoy leyendo ahora. Además tengo una lista chiquita de los libros que quiero leer. A mi papá le gusta que me encante leer, dice que abre la mente, además de que, creo yo, te ayuda un poco con la ortografía.




Magui.