lunes, 14 de mayo de 2018

Informe literario sobre conceptos teóricos y tipologías del doble.


              En este informe se hablará de conceptos teóricos, tales como la otredad, la ajenidad y el doble con sus respectos derivados, y los modos en que estas categorías aparecen representadas en algunos textos literarios.
           En primer lugar, el concepto de otredad se define como lo que es absolutamente otro y desconocido, y por lo tanto se teme. Esto se puede ver en el “Diario de Colón” y en “El planea de la aventura I”.
           El primer texto habla de la llegada de Colón a América en 1492, lugar desconocido hasta el momento para los españoles. Podemos identificar la otredad en las siguientes citas textuales: “Mas pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres […]”; “ ´Yo, placiendo a Nuestro Señor, llevaré de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestra Alteza para que aprendan a hablar. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos es esta isla´ Todas son palabras del Almirante”. Se puede apreciar cómo Colón tiene cierto desprecio por los nativos de esas tierras por tener diferentes creencias y conductas culturales. Pero es un desprecio que oculta el miedo a lo distinto, por eso es que el Almirante se los quiere llevar para “educarlos” a su manera para que sean como él y la sociedad en la que vive.
           En segundo lugar, se encuentra “El planeta de la  aventura I”. Éste habla de tres hombres que están en una misión acercándose a un nuevo planeta l que investigan. Mientras que dos de ellos se lo toman con calma, el tercero se encuentra asustados debido que está en un terreno completamente desconocido: “Me alegra no haber recibido nunca entrenamiento de explorador- observó el segundo oficial Walgrave-. De otro modo, también hubiera podido ser enviado a la superficie de extraños y con toda posibilidad horribles planetas”.
           Ambos textos se diferencian en género y época, pero se parecen en que el miedo se debe a la llegada a un lugar desconocido.
           Otro concepto teórico es el de ajenidad, el descubrimiento de lo otro en el sí mismo, osea, el desconocimiento o no reconocimiento de sí. Se ve en el momento en que el yo siente que lo que es le resulta ajeno.
           La ajenidad se ve reflejada en “Axolotl”: un hombre que va a un acuario y observa unos peces, los Axolotles. Luego, se descubre siendo uno de ellos, como si se hubiera transformado. Al principio, se siente desconcertado, fuera de lugar, pero después se acostumbra y acepta su condición: “Solo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber. Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino. […] El horror venía de creerme prisionero en un cuerpo de Axolotl […] pero aquello cesó cuando una pata vino a rozarme la cara, cuando moviéndome apenas a un lado vi a un axolotl […] que me miraba, y supe que también él sabía.”.
           Además, en este texto, el protagonista habla de lo extremo que es ser un pez con mente y pensamientos humanos. Cuenta cómo habla del hombre y mantiene una conexión con él, transmitiéndole ideas.
           Luego de haber planteado estos dos conceptos, podemos pasar a hablar del doble y sus tipologías.
           El doble en sí está plasmado en “El retrato de Dorian Grey”, que cuenta cómo el protagonista, luego de ser retratado por un artista, desea tener siempre la edad que tenía en el cuadro, para mantener su juventud y belleza intacta. Lo que sucede es que la figura retratada empieza a envejecer por él. Con el paso del tiempo, fue volviéndose loco y odiando cada vez más el cuadro ya que éste representaba los pecados, su alma.
           Su intención era “matar a la obra”, para así asesinar todo lo que significaba, entonces clavó un cuchillo en el cuadro pero de esta manera terminó suicidándose.
           También, hay un poema de Luis Borges que trata el tema del doble que se representa en el espejo:
“[…] ¿Por qué duplicas, misterioso hermano,
el movimiento de mi mano?
[…] Eres el otro yo de que habla el griego
y acechas desde siempre.”
           Por lo tanto, la repetición del yo en el arte o en el espejo (como hoy la fotografía de la selfie) son formas de duplicación que han llevado al ser humano a la pregunta por la identidad, a la pregunta por ¿quién soy?
           Una de las tipologías del doble es el desdoblamiento, que se produce cuando la dualidad se manifiesta en un solo ser, cuando dos personalidades o encarnaciones coexisten en un mismo individuo. El doblez puede tener relación con el bien y el mal, con la necesidad de completitud o con la mezcla hombre-animal.
           Se puede apreciar en el mito del Andrógino, donde Platón relata cómo, además de la mujer y el hombre, existía también el Andrógino. Éste reúne en su cuerpo ambos sexos, o bien dos masculinos o dos femeninos. Contaban también con cuatro brazos y piernas y una cabeza con dos rostros, y debido a estas anormalidades comparadas con los otros humanos, Zeus junto con otros dioses decidieron separarlos por la mitad, ya que también tenían miedo de su fuerza, vigor y arrogancia.
           Así, cada mitad del antes andrógino extrañaba a la otra y la necesitaba para ser feliz y sentirse completa nuevamente. Encontrar a su par era su misión en la vida. Esta mitad podía ser hombre o mujer, y si muere, los andróginos simplemente van y buscan a otra para seguir teniendo esa felicidad proveída por estar “completos”.
           También, podemos identificar este concepto en el “Diario de Adán y Eva”, donde relata la muerte de Eva y cómo Adán queda destrozado debido a que ella era su único y gran amor, y sin él, está perdido.
           Así, la búsqueda del par, del amor, es explicada como producto de un desdoblamiento original, en el que cada parte necesita del otro para su completitud.
           Por otro lado, el doppelganger se trata de dos identidades diferentes, aunque iguales físicamente. Quienes rodean a estos individuos piensan que son uno solo, lo que lleva a equívocos o usurpación de identidad.
           Un ejemplo es “William Wilson”, un cuento que relata la historia en la que William conoce a un chico de su colegio que se llama como él, comparte su cumpleaños y hasta un parecido físico, entre otras cosas. Éste último lo comienza a imitar, y a medida que el relato avanza William Wilson empieza a enojarse y obsesionarse cada vez más y en una fiesta intenta matarlo pero, con un final similar al de Dorian Grey, termina matándose a sí mismo: “Cuando avancé hacia el […] cubierto de sangre y pálida cara, mi propia imagen vino tambaleándose a mí.
           Eso me pareció, pero me equivocaba. Era mi antagonista, era Wilson quién se erguía ante mí.
           Pero ya no se expresaba en susurros y hubiera podido imaginar que era yo mismo el que hablaba cuando dijo: -has vencido y me entrego, pero a partir de ahora tú también estás muerto. […] En mí existías…y observa esta imagen, que es la tuya, porque al matarme te has asesinado tú mismo”.
           Para añadir a este concepto, hay un poema de Alejandra Pizarnik que trata esta temática:
“ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada”          
                       Entonces, podemos ver como al haber dos personalidades en un cuerpo tiende a descolocar gravemente al personaje, volviéndolo loco y con gran desesperación que lo conlleva a querer terminar con esa segunda persona.
           La última tipología que será planteada en este informe es la metamorfosis, que es cuando un solo y mismo individuo (una sola y misma identidad) existe bajo dos formas en dos o más espacios o tiempos distintos.
           La novela que trata este concepto es “Metamorfosis” de Kafka, que narra cómo un trabajador, luego de despertarse, se da cuenta de que se ha transformado en un insecto, pero sigue teniendo los mismos pensamientos que un humano, ya que lo podemos leer preocupándose por llegar tarde al trabajo pero sin darse cuenta que no puede salir de la cama ya que está patas para arriba y eso se lo impide.
           En conclusión, a partir de la información brindada, podemos diferenciar los diferentes tipos de conceptos literarios y sus personajes, y como sus autores han decidido plasmarlos en sus obras literarias, creando así grandes éxitos.



BIBLIOGRAFÍA
BORGES, Jorge Luis (1975). “Al espejo, en su La rosa profunda. Buenos Aires: Emecé.
CORTÁZAR, Julio (1984) “Axolotl”, Final del juego, Sudamericana, Buenos Aires.
CRISTOBAL, Colón (1492) Diario de Colón. Libro de la primera navegación.
KAFKA, Franz (1982) La metamorfosis, Buenos Aires, Orión.
PIZARNIK, Alejandra (1962) Árbol de Diana, Buenos Aires.
PLATÓN (1989) El banquete, Madrid, Alianza.
POE, Edgar Allan (1977) “William Wilson”, Cuentos completos, Alianza, Madrid.
TWAIN, Mark (1999) Diario de Adán y Eva, Corregidor, Buenos Aires.
VANCE, Jack (1986) El planeta de la aventura I, Barcelona, Ultramar.
WILDE, Oscar (2004). El retrato de Dorian Gray, Anaya, Buenos Aires.




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